Este verano ha sido uno de los más devastadores en cuanto a incendios forestales en España.
Este verano, en Eapaña, han ardido en torno a 383.000 hectáreas, según el Sistema de Información Europeo de Incendios Forestales (EFFIS), afectando a 440 municipios. Con estas cifras, 2025 ya es considerado el peor año del siglo. Ha habido incendios en Tarifa (Andalucía), Las Médulas (Castilla y León), A Rúa (Galicia), Jarilla (Extremadura)…

Ante esta realidad, también se extienden bulos y desinformación en redes sociales, generando preocupación. Desde Ideas Medioambientales queremos ofrecer información fiable y rigurosa para comprender mejor qué está pasando con los incendios forestales y por qué sus consecuencias se agravan cada vez más.
Tipos de incendios forestales
Según su origen, los incendios forestales pueden clasificarse en tres grandes grupos:
- Negligencias/accidentales. se inician por negligencias o accidentes humanos, como pueden ser quemas agrícolas mal controladas, colillas, barbacoas o chispas de tendidos eléctricos en mal estado. No hay intención de causar un incendio.
- Intencionados. Iniciados deliberadamente, no se trata de un accidente. Las motivaciones más frecuentes son objetivos económicos, conflictos vecinales, intereses cinegéticos…
- Naturales. Se inician por causas naturales, como rayos, y son los menos frecuentes.
En España, el 95% de los incendios con causa conocida tiene origen humano. Según el último informe publicado en 2023, un 65% se debió a negligencias y accidentes, y un 19% a fuegos intencionados.
¿Quién y por qué provoca los incendios?
Aunque la figura del pirómano es comúnmente asociada a los incendios intencionados, en realidad, solo un 7,17% de estos fuegos son causados por personas con este trastrono psicológico.
La mayoría de los incendios son provocados por personas que buscan un beneficio y suelen hacerlo con premeditación y planificación. A estas personas se les denomina incendiarios. Y aunque los motivos son variados, entre los más habituales están eliminar matorral y residuos agrícolas, regenerar pasto, vandalismo e incluso venganzas o conflictos cinegéticos.

Otra cosa atener en cuenta es la gestión forestal que se ha hecho en España en el pasado.Durante gran parte del siglo XX, especialmente entre 1947 y 1986, se realizaron repoblaciones para frenar la degradación del suelo con especies como pinos y eucaliptos. Estas especies son altamente pirófitas, favorecen la propagación del fuego, mientras que los montes mediterráneos tradicionales, formados por encinas, robles o alcornoques, ofrecen mayor resistencia al fuego y ralentizan su avance.
¿Se provocan incendios para recalificar terrenos?
Uno de los bulos más extendidos es que los incendios se provocan para construir urbanizaciones o proyectos energéticos. Sin embargo, la Ley de Montes es clara: los terrenos forestales incendiados no pueden cambiar de uso en un plazo de 30 años.
A esto hay que añadir que ni las plantas solares fotovoltaicas ni los parques eólicos necesitan que se recalifique el suelo para poder desarrollarlas. Un suelo quemado no afectaría a la tramitación ambiental o administrativa que deben llevar a cabo los promotores de estas instalaciones de energía, por lo que no existe ninguna ventaja en quemar un monte con este fin.
Incendios y cambio climático: una relación peligrosa
¿Y qué tiene que ver entonces el cambio climático con los incendios, si la mayoría tienen origen humano?
Y es que el cambio climático no aumenta el número de incendios que se inician, pero sí está generando condiciones cada vez más favorables para que los incendios se propaguen y sean más destructivos.
Por un lado,tenemos que cada vez son más frecuentes las lluvias torrenciales en otoño y primavera, favoreciendo el crecimiento rápido de la vegetación en nuestros montes. Por otro lado, las sequías posteriores en el periodo estival son cada vez más prolongadas y extremas, provocando que la vegetación se seque y se convierta en combustible. Como remate a este proceso, olas de calor como la sufrida este verano, con temperaturas por encima de 40ºC durante más de 16 días seguidos, secan la vegetación y reducen la humedad del suelo, por lo que el fuego tiene muy fácil avanzar y destruirlo todo.

Como resultado estamos sufriendo lo que ya se ha llamado megaincendios o incendios de sexta generación, fuegos de tal intensidad, velocidad e imprevisibilidad que superan la capacidad de extinción de los equipos de emergencia. Llegan a ser tan potentes que incluso pueden alterar la dinámica de las capas altas de la atmósfera y generar vientos muy difíciles de modelar, lo que hace imposible predecir su comportamiento.
Estas condiciones extremas hacen aún más imprescindible la prevención de incendios forestales en España.
¿Qué podemos hacer?
La Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR) dejó un mensaje claro: los incendios forestales en España ya no son una crisis estacional, sino la nueva normalidad.
Pero lejos de resignarnos a ver arder nuestros montes, es imprescindible apostar por la prevención a largo plazo y reducir el riesgo antes de que los incendios comiencen. Y nos dejaron cinco claves fundamentales:
- Gestión forestal responsable y con financiación suficiente. Elaborar planes de gestión serios, cuidar los montes durante el invierno y mantener equipos técnicos y humanos activos los 365 días del año.
- Urbanismo resiliente. Garantizar que los nuevos desarrollos urbanísticos integren la variable de riesgo de incendios, evitando desastres como el ocurrido en Molezuelas de la Carballeda (Zamora).
- Sistemas de alerta temprana. Invertir en tecnología y protocolos que permitan detectar y detener incendios en sus primeras fases.
- Conciencia comunitaria. La mayoría de los incendios tiene origen humano: es esencial que la ciudadanía conozca prácticas seguras, protocolos de evacuación y la importancia de reportar riesgos.
- Planificación multirriesgo. Los incendios aumentan la probabilidad de otros fenómenos, como inundaciones. Planificar estos riesgos en cascada y reparar daños fortalece la resiliencia a largo plazo.
La lucha contra incendios forestales en España son un reto ambiental y social y no es solo tarea de los servicios de emergencia. En Ideas Medioambientales creemos que solo con ciencia, información rigurosa y responsabilidad compartida podremos convivir con un medio natural más sano, resiliente y seguro.
Algunas fuentes consultadas
- https://civio.es/medio-ambiente/2016/11/24/motivaciones-de-incendios-intencionados/
- https://es.greenpeace.org/es/noticias/bulo-se-estan-provocando-incendios-para-poner-renovables-en-espana/
- https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/bosques/incendios-forestales/
- https://forest-fire.emergency.copernicus.eu/
- https://observatorioforestalgefrecon.itg.es/fires/causes
- https://unric.org/es/la-onu-y-la-prevencion-de-riesgo-naturales/
- https://www.atlantico.net/sociedad/placer-dano-principales-motivaciones-incendiario_1_20210918-1808017.html
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