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Vestigios de los aeródromos de la guerra civil española en las zonas rurales

25/4/22
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La aviación republicana, durante la Guerra Civil Española, mantuvo una serie de aeródromos y Bases Aéreas en las que dispuso tanto sus formaciones de aviación como sus equipos de tierra. Los principales al inicio de la guerra fueron, tanto de carácter militar como civil, los aeródromos de Los Llanos (Albacete), San Javier y Los Alcázares (Murcia), Barajas (Madrid) y Barcelona.

En la zona de Madrid destacaban por encima de Barajas las bases aéreas de Getafe y Cuatro Vientos, pero a comienzos de la Batalla de Madrid (noviembre de 1936) ya habían caído en manos de las tropas sublevadas, lo que provocó que Barajas se convirtiera en la principal Base aérea de Madrid, contando con el apoyo de otros aeródromos como el de Guadalajara de la factoría Hispano-Suiza. Por su parte, el de Los Llanos, en Albacete, se convirtió en el Cuartel General de la Aviación republicana.

A medida que fue avanzando la contienda, los republicanos incrementaron el número de aeródromos con el objetivo de dispersar los posibles ataques enemigos y a partir del invierno de 1937 los republicanos se limitaron a establecer una escuadrilla por aeródromo como máximo, de ahí el incremento de estas instalaciones por toda la geografía del territorio que se mantenía bajo control republicano.

Los aeródromos y Bases Aéreas solían ubicarse en algún paraje en las inmediaciones de alguna población. No podían estar muy lejos, ya que habitualmente los pilotos de los aviones vivían en ellas. En las instalaciones únicamente se encontraban de forma permanente los equipos de mantenimiento de los aparatos y las fuerzas que se encargaban de proteger las instalaciones.

Los más importantes contaban con una infraestructura más desarrollada. Había una masía donde se encontraban los mandos, refugios, acuartelamiento para la tropa. Lo habitual es que las comunicaciones fueran por radio y en ocasiones no disponían de luz eléctrica.

Se elegían zonas llanas de fácil acceso y que muchas veces correspondía a zonas de cultivo. La principal actividad para poner en funcionamiento un aeródromo consistía en allanar el campo, arrancar ribazos, árboles, viñas, desplazar piedras y majanos fuera del campo, así mismo, se rellenaban zonas hondas para nivelar la superficie.

Una vez rellenada la superficie, se regaba con un camión cisterna y la ruleaban con rulos y mulas; incluso en algunos puntos se pisaba la tierra con pisones, grandes tacos de madera con mangos a modo de mazas.

A pesar de lo elemental de estas infraestructuras, los vestigios que dejaron en las zonas donde se instalaron fueron bastante numerosos en forma de edificios de control (muchas veces reutilizando los edificios agrícolas), torres de vigilancia, garitas para control de acceso al aeródromo o refugios antiaéreos.

Quizá por su propio carácter subterráneo los refugios antiaéreos son las infraestructuras más y mejor conservadas de las que componían aquellas instalaciones.

Los refugios solían constar de dos entradas/salidas más o menos enfrentadas que podían sobresalir o no del terreno circundante. Construidos con ladrillo y cemento, las bocas de entrada daban paso a unas escalinatas por las que se accedía al refugio propiamente dicho.

Los ejemplos de este tipo de construcciones son abundantes en base a los hallazgos que han ido haciendo algunos miembros de nuestro equipo en sus trabajos de campo.

Como decíamos, estos accesos dan paso a escaleras o rampas a través de las cuales se baja al refugio, que suele consistir en un pasillo más o menos largo, de paredes rectas y techos abovedados en casi todos los casos, y que suelen estar acabados en cemento o ladrillo o una combinación de ambas técnicas. La profundidad alcanzada por estas excavaciones es muy variable, pudiendo rondar entre los 2 m o más de 5 de profundidad.

Aunque podemos felicitarnos de que estas infraestructuras ya no sean necesarias para nuestra supervivencia, consideramos que sería interesante, en algunos casos, su rehabilitación y puesta en valor para que nuestra historia no caiga en el olvido.

Mientras tanto, dejemos que algunos otros inquilinos se beneficien de su existencia.

INFORMACIÓN OBTENIDA DE:

http://www.errepublika.org/REPUBLICA_AERODROMOS_GCE.htm

http://olmodevilladeves.blogspot.com/2011/12/aerodromo-republicano-de-villa-de-ves.html

Ruiz-Manjón Cabeza, Octavio (1990). La Segunda República y la guerra. Historia general de España y América (2. ed edición). Madrid

http://www.cazarabet.com/idea/aerodromo/index.htm

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